El pasado miércoles conocí (interiormente) el Nuevo Teatro asistiendo a la representación de El método Grönholm, de Jordi Galcerán. Por otro lado, ayer, quedéme extasiada ante las maravillosas fotografias de S. Salgado que se exponen en el Centro Cultural Miguel Castillejo y que deberían ser visita obligada de colegios, equipos de futbol, cuadrillas de jornaleras, juntas de vecinos, pandillas de adolescentes, asociaciones de ludópatas, amigas del alcohol, ONGs varias, militares, civiles, pueblo todo.... ¡Bellísimas fotos!
Mientras que en Grönholm tras la opulencia, el bienestar, el status, la "cultura" y educación de sus personajes sólo se esconde crueldad, competitividad, humillación y el absurdo de bellas fachadas con interiores sombríos (efectos colaterales del capitalismo los llama el autor); de las fotografías de Salgado junto a la pobreza, los éxodos y refugiados, la enfermedad, el hambre, junto a todo ello, corre pareja la belleza, la ternura, la magia.
¡Que mundo tan contradictorio el nuestro!